En ruta por los Silva Trails y en la Bike Arena Ischgl/Samnaun

Con el nuevo Alpkogel-Trail, ahora hay en Galtür un sendero apto para familias y principiantes, que ofrece un buen contraste con las rutas alpinas alrededor de Ischgl. Porque la salvaje aspereza del paisaje, las altas montañas, en el caso del Alpkogel-Trail, solo forman el telón de fondo. La vista se centra en el distintivo Gorfenspitze, que limita el valle al sur, y el Fädnerspitze al norte.
El Flowtrail serpentea de manera cómoda desde la salida del Alpkogelbahn a 1.970 metros de altura hacia el valle, y alguna que otra ondulación del terreno incita a los ciclistas más ambiciosos a saltar, y alguna que otra curva peraltada a acelerar al salir de la curva.
Aquí y allá, un puente de madera facilita el camino o un pequeño lugar invita a detenerse y disfrutar del paisaje. Así como en nuestro caso, el Weiberhimmel, que nos ofrece delicias de café terrenales a medio camino hacia el valle. Así, las últimas curvas al pie del Ballunspitze bajan como un florido cappuccino brasileño. Al final, rozamos suavemente, pero de hecho, la línea de árboles y terminamos de nuevo en el Pumptrack de Siggi.

Mientras que actualmente (verano de 2024) todavía se están realizando los últimos retoques del Alpkogel-Trail con excavadoras y palas, ya están decididos los próximos planes de expansión con el Birkhahn Trail. Este debería seguir el próximo año y ser técnicamente un poco más exigente. Así, con los nuevos Silva Trails no solo se consigue una adición contrastante a la oferta, sino también un buen y seguro campo de práctica para aventuras ciclistas más alpinas.
Al final del camino, nuestro tour nos lleva nuevamente río abajo hacia Ischgl, donde seguimos los senderos de los antiguos contrabandistas hacia Samnaun.

El remoto Samnaun tiene una larga y fascinante historia de contrabando. La región fue, debido a su ubicación geográfica y difícil accesibilidad, un lugar ideal durante siglos para los contrabandistas que llevaban mercancías como tabaco, café, azúcar y alcohol a través de la frontera.
Especialmente en el siglo XIX y principios del siglo XX, el contrabando floreció, ya que los aranceles en Austria y Suiza eran altos. Los habitantes a ambos lados de la frontera usaban su conocimiento local para navegar por los estrechos y en parte difíciles caminos de montaña y eludir a los agentes de aduanas.

Si bien cruzar los Alpes en aquel entonces era una empresa arriesgada de varios días, hoy para nosotros está a solo dos viajes en teleférico. Después de unos 30 minutos de viaje con los teleféricos de Silvretta y Flimjoch, llegamos al Flimjoch en la frontera con Suiza y nos encontramos en muy poco tiempo en un mundo completamente diferente.
Desde el tranquilo bullicio veraniego en el centro de Ischgl, con cafeterías, restaurantes y tiendas de deportes, el teleférico nos catapulta a un panorama montañoso de superlativos, rodeados de picos de tres mil metros, que en la Greitspitze, con buena visibilidad, incluso alcanza hasta el Ortler, Wildspitze y Piz Palü.

Es un contraste que se dramatiza aún más por las cambiantes ventanas de sol y nubes. Como un espectáculo de láseres gigantes, las montañas iluminadas por el sol brillan en el horizonte, para desaparecer segundos después en la oscuridad de las sombras, cuando la ventana de luz errante alcanza las laderas en primer plano.
No menos contrastante es el camino sobre la Greitspitze hacia el Salaaser Kopf, que representa la transición a Suiza. A veces implacablemente empinado y un desafío incluso en una eMTB, donde siempre se debe mantener el agarre; a veces encantador a lo largo de la cresta, para en el siguiente momento volver a pasar por bordes de roca que ofrecen vistas expuestas a la profundidad.

Casi 20 minutos de bicicleta eléctrica más tarde, nos encontramos en Salaaser Kopf y, por lo tanto, en el paso hacia Suiza. Delante de nosotros admiramos los campos de nieve y hielo de Muttler, Vesilspitze y Südliches Fluchthorn, para después de los primeros metros de sendero en Suiza encontrarnos con nieve.
Sí, la rapidez y simplicidad del apoyo de los remontes y las eMTB a veces incluso lleva a los montañeros a subestimar la naturaleza cruda y áspera de las montañas. En Salaaser Kopf, en el marco del Ironbike, hemos experimentado de todo, desde un clima de alta presión sin nubes hasta tormentas de nieve con visibilidad inferior a 50 metros. De todos modos, incluso con un buen pronóstico del tiempo, no está de más estar preparado en un entorno tan expuesto para cambios rápidos de clima, malas condiciones de visibilidad o eventos imprevistos relacionados con la bicicleta.

Para el próximo año está previsto abrir el sendero técnico hacia la cabaña de Heidelberg. Esta vez nos acercaremos a la cabaña por el lado del valle.
También nos ahorraremos el descenso de la ruta extrema de Ironbike a través de Val Musauna hacia Samnaun y en su lugar tomaremos la variante más sencilla de la ruta Hard a través del sendero del contrabandista. El camino está calificado como S1 en la escala de senderos individuales y conduce a través de praderas alpinas de regreso a Alp Trida y desde allí con el teleférico hasta Flimjoch.

El largo descenso desde Flimjoch de regreso a Ischgl es uno de los aspectos más destacados de la zona. Comenzando con algunas curvas de grava pasando por escarpados acantilados, a través de un paisaje áspero y casi irreal, el sendero Flimjoch conduce a un terreno plano y cada vez más verde.
En caso de mal tiempo, es recomendable continuar el recorrido con una parada en Idalp, donde en el peor de los casos también se puede volver a la civilización en teleférico. Sin embargo, nosotros nos desviamos, como los corredores de maratón, en el primer cruce de caminos forestales hacia el embalse Velill y subimos los casi cien metros de altitud hasta el paso Velill.

El sendero Velill comienza una vez más con un panorama sensacional y solo puedo aconsejar a todos que se tomen un momento en los primeros metros para hacer una pausa unos pasos fuera del sendero y disfrutar de la vista en el valle de Velill, donde el sendero del mismo nombre se serpentea visiblemente sobre bandas de grava, a lo largo de rocas, arroyos y prados alpinos hacia el valle.
Desde el Velill-Alm, el Ironbike Marathon lleva la carretera forestal de regreso al valle, mientras que la parte inferior del sendero, con una dificultad estimada de S2-S3, representa un manjar para ciclistas experimentados.
Terminamos la noche en uno de los muchos locales en el centro del pueblo de Ischgl, para al día siguiente, gracias al eMTB, hacer una escapada culinaria hacia Suiza una vez más.

En nuestro caso particular, sin la eMTB ni siquiera se nos habría ocurrido la idea de salir a las montañas para almorzar con el pronóstico del tiempo que teníamos. Si eso es bueno o malo, lo dejo a discusión. El hecho es que la velocidad en las montañas generalmente viene acompañada de un plus de seguridad. Esto, por supuesto, también se aplica a la bicicleta convencional en comparación con el senderismo. En caso de necesidad, uno llega más rápido al destino, más rápido a un refugio salvador o simplemente de regreso al valle.
Nuestro destino para el almuerzo es la cabaña de Heidelberg, que se encuentra a 2.264 metros sobre el nivel del mar en la parte trasera del valle de Fimba, al pie del Fluchthorn (3.399 m). Los casi 1.000 metros de desnivel desde Ischgl hasta la cabaña son un emocionante recorrido por las formas del paisaje de la región de Silvretta. Con una última mirada desde la curva a Ischgl, luego a través de la galería de avalanchas, pasando por la infraestructura de los remontes y los últimos vestigios de la civilización, alcanzamos rápidamente caminos más solitarios en modo turbo.